Written by 8:57 am Salud

¿Qué es el sueño?

­Lo queramos o no, el sueño es vida, y forma parte de nuestra rutina. Nuestros días son condicionados por cómo nos desenvolvemos por la noche.

Más allá de buscar significado a nuestros sueños, una práctica pseudo-científica, necesitamos desarrollar una actividad nocturna adecuada para alejarnos de los problemas asociados, tanto neurológicos como físicos en general.

Cómo funciona el sueño

La actividad del sueño se divide en sueño REM y sueño NREM (no REM).

El sueño NREM se divide en:

– Sueño superficial, que representa un 2 al 5% del tiempo de sueño. Se considera una transición entre vigilia y sueño
– Sueño intermedio con una duración del 45 al 55% del tiempo total.
– Sueño profundo, con un porcentaje del 15 al 20% del total.

Con lo que respeta al sueño REM, representa un ratio del 20-25% y se detecta, además por las ondas más irregulares, por un movimiento rápido ocular y respiración variable. El primer ciclo REM comienza en torno a los 100 minutos tras iniciar el sueño.

Sueño según la edad y género

Es normal que el que el número de horas dormidas vaya disminuyendo progresivamente a lo largo de la vida. Así, el recién nacido duerme entre 14 y 18 horas, el lactante entre 12 y 14 horas, el niño en etapa escolar entre 11 y 12 horas y los adultos duermen entre 7 y 8 horas por noche.

Pero las horas de sueño son propias de cada individuo, siendo estadíticamente normal esas 7 u 8 horas.

En cuanto al género, las mujeres sufren más de insomnio que los hombres debido a sus cambios hormonales, especialmente en la época tras la menopausia.

El cuerpo durante el sueño

El sueño se inicia en el Hipotálamo anterior mediante neurotransmisores como el GABA o la galanina.

Durante la fase NREM la actividad neuronal es menor que durante el día, hecho diferente en la fase REM donde es incluso mayor.

El corazón «descansa» por disminuir su frecuencia, a la vez que también desciende la presión arterial durante la fase NREM. Lo contrario a la fase REM en la que aumentan ambas. Por eso es un momento de mayor riesgo cardiovascular.

Nuestro sistema hormonal entra en ebullición durante el sueño. Hormonas como la Tirotropina (TSH), la hormona que estimula la tiroides, la adrenocorticotropina y cortisol, la prolactina, la hormona del crecimiento, la testosterona y la melatonina despliegan su potencial mientras dormimos.

En resumen, durante nuestro sueño se producen cambios en el ritmo corporal, con ciclos de fases NREM y REM, que alteran nuestros ritmos respiratorios, hormonales y cardiacos. Es importante dormir el tiempo necesario para que el cerebro «reordene» sus recuerdos, y el sistema hormonal regule de forma adecuada nuestro organismo.

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