La productividad es esencial para el éxito en el trabajo y en la vida en general. La falta de productividad nos impide a menudo lograr nuestros objetivos laborales y vitales. Afortunadamente, la neurociencia puede proporcionar algunas respuestas y soluciones prácticas para mejorar nuestra productividad.
La neurociencia es la ciencia dedicada al estudio el sistema nervioso, con el objetivo de comprender los mecanismos que regulan el control de las reacciones nerviosas y del comportamiento del cerebro.
Esta ciencia puede ayudar a la productividad a través de cinco mecanismos, estudiando y analizando:
- El sistema de procesamiento de la información y del aprendizaje
- Cómo maneja el estrés, y como afecta este a la productividad
- Cómo procesa la motivación y cómo puede mejorar
- Cómo se sustancia el mecanismo de atención para poder optimizarla
- Cómo funciona la memoria y cómo perfeccionarla.
El procesamiento de la información
Comprender cómo procesa la información nuestro proceso puede ayudar a diseñar entornos de trabajo y estrategias de aprendizaje más efectivas.
Según la neurociencia, el cerebro aprende mejor cuando se expone a información nueva y desafiante, en lugar de simplemente repetir información ya conocida. En la práctica se traduce en que para mejorar nuestra productividad debemos buscar nuevos desafíos y aprender cosas nuevas en lugar de aplicar nuestras rutinas mecánicas habituales.
Es preciso pues adquirir una aptitud de aprendizaje continuo: Mediante cursos online, lectura de libros o nuevas técnicas o tareas. Asimismo es importante autodesafiarse con metas ambiciosas en lugar de conformarse con metas fáciles de alcanzar.
Se dice que la rutina mata, y en efecto, debemos obligarnos a crear nuevas formas de conocimiento, y de retarnos a nosotros mismos a utilizar caminos para hacer las tareas de manera diferente y así poder evolucionar.
El estrés, nuestro enemigo
El estrés puede ser un gran obstáculo para la productividad, ya que puede dificultar la capacidad del cerebro para concentrarse y tomar decisiones. La comprensión de cómo el cerebro maneja el estrés puede ayudar a desarrollar técnicas para reducirlo y mejorar el rendimiento en situaciones estresantes.
Esta afección produce falta de concentración y dificultar para tomar decisiones de forma sosegada. En nuestra ayuda pueden acudir técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda, o el yoga. Estas técnicas pueden ayudar a reducir los niveles de cortisol, una hormona del estrés, y aumentar los niveles de serotonina, una hormona del bienestar.
En este sentido, trucos muy efectivos son meditar durante 5 minutos cada mañana, hacer una sesión de yoga antes de dormir, o simplemente tomar unos minutos para respirar profundamente y liberar la tensión acumulada en el cuerpo. Además, debemos cerrar la puerta del trabajo en nuestro cerebro y no dejar que los problemas asociados ocupen nuestra mente.
La motivación, la gran aliada
La motivación es esencial para la productividad, ya que impulsa a las personas a trabajar y alcanzar metas. La comprensión de cómo el cerebro procesa la motivación puede ayudar a desarrollar estrategias para aumentarla y mejorar la productividad.
¿Cómo mejorar la motivación? Sigamos estos pasos:
- Creación de metas claras y alcanzables, mediante objetivos a corto y largo plazo, estableciendo plazos claros para alcanzarlas, dividiendo las metas en tareas más pequeñas y manejables.
- establecimiento de recompensas por alcanzar nuestros objetivos. Un capricho, ver un capítulo de nuestra serie favorita, un día sabático o una cena.
- visualización anticipada del éxito. Así podremos pensar en cómo nos sentiremos una vez que hayamos completado esa determinada tarea-objetivo.
La atención y la concentración
La atención es esencial para la productividad, ya que permite al cerebro concentrarse en tareas específicas e ignorar distracciones. La comprensión de cómo el cerebro maneja la atención puede ayudar a desarrollar técnicas para mejorarla y aumentar la productividad.
Según la neurociencia, la atención puede ser mejorada mediante la eliminación de distracciones, la planificación de tiempos de trabajo y descanso, y la práctica de técnicas de atención plena.
Algunos consejos para mejorar la atención son:
- Apagar las notificaciones en nuestro teléfono
- Desactivar las redes sociales mientras trabajamos.
- Planificar tiempos de trabajo y descanso, estableciendo horarios específicos para trabajar en tareas importantes y tomando descansos regulares para recargar nuestra energía.
- Practicar técnicas de atención, como la meditación, para mejorar nuestra capacidad de concentración.
La memoria para recordar y utilizar la información esencial
Para la productividad es básico disponer de la información importante a la hora de trabajar y tomar decisiones.
Existen muchos trucos para mejorar la memoria, pero todos se basan en ejercitarla, por ejemplo:
- Escribir información importante varias veces
- Repasar información aprendida con regularidad.
- Utilizar técnicas nemotécnicas de asociación
- Escribir nuestra lista de tareas u ordenando nuestros archivos, para recordar de manera más sencilla.
En resumen, para mejorar la productividad hay que tener en cuenta todos estos factores, especialmente la mejora de la concentración, la memoria y la motivación.